MIX DE LA CIENCIA
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Pablo es donante universal por Mª Luisa García García
Pablo tiene dieciocho años, y sabe desde la ESO que su grupo sanguíneo es 0-. Hoy se ha animado, con unos compañeros del equipo de fútbol, a donar sangre. La enfermera, mientras le preparaba, le ha dicho que es “donante universal”. Puede donar a cualquier persona que lo necesite. Pablo ya lo sabía. A veces, se imagina una catástrofe, como las de las películas, y que es solicitado para salvar vidas. Le gusta verse así, en plan heroico.
Igual que Pablo, la mayoría conocemos nuestro grupo, pero no estamos muy seguros de qué se trata.
El grupo sanguíneo puede ser A, B, AB ó 0. Y el Rh, positivo o negativo. Los glóbulos rojos de nuestro cuerpo son células que llevan, en la membrana que las rodea, moléculas que realizan funciones muy variadas. Entre ellas, los antígenos A y B. Algunas personas nacen con el antígeno A en sus eritrocitos, (los glóbulos rojos se llaman también así). Otras, con el antígeno B. También hay quien tiene las dos clases de antígenos, el A y el B, en las membranas de sus hematíes (otro nombre para los glóbulos rojos). Finalmente, se encuentran personas, como Pablo, que no tienen ni el antígeno A ni el B. A éstas, se les asigna el grupo 0, adivinad porqué.
Para el Rh, hay menos posibilidades: o tienes el factor Rh, y eres positivo, o no lo tienes, y eres Rh negativo.
¿Y cómo se heredan? Las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas en su núcleo. 23 de ellos provienen del espermatozoide del padre, y los otros 23 del óvulo de la madre. Éstas son las únicas células, el óvulo y el espermatozoide, que tienen la mitad de cromosomas. De ese modo, al formar un nuevo ser, éste tiene en su núcleo los 46 cromosomas de la especie humana.
Para el grupo sanguíneo, el resultado que heredamos proviene de la combinación de los genes de nuestros padres. Por ejemplo, si la madre tiene en sus cromosomas A0, porque heredó de un progenitor el A y del otro el 0, será del grupo A. Cuando produce un óvulo, éste se lleva sólo 23 cromosomas, y unos óvulos los produce con el gen A, y otros sin él; éstos serán óvulos 0.
Si el padre es 00, será porque heredó de ambos progenitores cromosomas sin el gen para el antígeno A ni el gen para el antígeno B. Cuando forma espermatozoides, todos serán del tipo 0.
El
esquema lo hace más visual:
Como ves, hay cuatro posibilidades. En este ejemplo, son iguales dos a dos, de modo que los hijos de esta pareja pueden ser A, con los genes Ay 0 en sus células, o 0, con los genes 0 y 0. Las probabilidades son iguales para que los hijos de esta pareja sean A ó 0.
Se pueden calcular las probabilidades para todas las combinaciones posibles, recordando que las personas de grupo 0 sólo producen células sexuales (se llama así a los espermatozoides y a los óvulos) del tipo 00, que las personas del grupo A pueden ser A0 o AA, que las personas del grupo B pueden ser B0 o BB, y que las AB llevan en sus células el gen A y el gen B.
Otros
dos ejemplos ayudarán a comprender mejor cómo se hereda el grupo sanguíneo:
La enfermera, mientras le señalaba a Pablo la bandeja con bocadillos y las latas de refresco, le comentó que ser donante universal tenía una pega: no podía recibir sangre más que de donantes de su grupo, el 0-. Las personas de otros grupos tenían dos opciones; recibir su propio grupo, o de un donante como Pablo.
Y es que el sistema inmunológico reaccionaría ante la invasión de hematíes que llevaran un antígeno del que los nuestros carecen. Se provoca entonces hemolisis, o destrucción de los glóbulos rojos, que puede ser grave si no es tratada enseguida o si estamos muy debilitados.
Una persona de grupo A, por ejemplo, tiene en su suero sanguíneo anticuerpos para el antígeno B. La sangre de Pablo reaccionaría frente a unos eritrocitos de tipo A, B ó AB, y ante los que porten el factor Rh.
Cuando vamos a recibir una transfusión, se realizan las que se llaman pruebas cruzadas, porque se han descubierto más factores en las membranas de los hematíes, además del Rh y el AB. Se mezcla una pequeña cantidad de sangre del donante con la del receptor, y se observa al microscopio si hay reacción a los anticuerpos del receptor. Sólo si esta reacción no aparece, conviene la transfusión.
