Albert Einstein
Científico |
Albert Einstein
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14 de Marzo de 1879 en Ulm, Alemania |
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18 de Abril de 1955 en Princeton, New Jersey, USA |
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En 1907, comenzó a trabajar en la extensión y generalización de la teoría de la relatividad a todo sistema de coordenadas. Comenzó con el enunciado del principio de equivalencia según el cual los campos gravitacionales son equivalentes a las aceleraciones del sistema de referencia. Esta teoría fue publicada en 1916. Basándose en la teoría general de la relatividad, Einstein pudo entender las variaciones hasta entonces inexplicables del movimiento de rotación de los planetas y logró predecir la inclinación de la luz de las estrellas al aproximarse a cuerpos como el Sol. La confirmación de este fenómeno durante un eclipse de Sol en 1919 fue toda una noticia y su fama se extendió por todo el mundo. Apoyándose en esta teoría general de la relatividad, comprendió las variaciones del movimiento de rotación de los planetas y predijo la inclinación de la luz de las estrellas al aproximarse a cuerpos como el Sol. A partir del año 1919, comenzó a ser reconocido internacionalmente consiguiendo premios de varias sociedades científicas, como el Nobel de Física en 1922.
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Escribió tres artículos teóricos de gran valor para el desarrollo de la física del siglo XX. Su tercera publicación fue Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento (1905), en la que exponía la teoría especial de la relatividad. La hipótesis que sostenía que las leyes mecánicas eran fundamentales fue llamada visión mecánica del mundo. En cambio, La hipótesis que mantenía que eran las leyes eléctricas las fundamentales recibió el nombre de visión electromagnética del mundo. Ninguna de estas dos concepciones eran capaces de dar una explicación a la interacción de la radiación y la materia al ser. En 1905 llegó a la conclusión de que la solución no estaba en la teoría de la materia sino en la teoría de las medidas. Tras este razonamiento, comenzó desarrollar una teoría que se basaba en dos premisas: el principio de la relatividad y el principio de la invariabilidad de la velocidad de la luz. Tras esto fue capaz de explicar los fenómenos físicos observados en sistemas de inercia de referencia distintos. |
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Sus conocimientos de matemáticas excedían con mucho a lo que sabían sus maestros en la escuela alemana. Eso sólo sirvió para aumentar sus dificultades en ella, pues le guardaban resentimiento. Por último, se le pidió que abandonara el colegio, debido a que no se apegaba a los reglamentos. Decidió ingresar a la Academia Politécnica de Zurich, Suiza. Cuando fue admitido allí, por fin encontró una atmósfera amable y la libertad para dedicarse a las matemáticas y la física. En 1910 aceptó una cátedra en la Universidad Alemana de Praga. En 1912 volvió como profesor a la Academia Politécnica de Zurich donde, no hacía muchos años, no había podido aprobar el examen de admisión y se le había negado el puesto más humilde de enseñanza. En 1914 aceptó una cátedra en la Academia Prusiana de Ciencias, donde se le permitió dedicar todo su tiempo a las investigaciones y donde podía disponer del equipo necesario y la ayuda de distinguidos hombres de ciencia. Se quedó allí veinte años.
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Hijo de un industrial germano-judío, hubo poco en su niñez que presagiara las notables alturas que alcanzaría. Era tímido y callado, y rara vez lo aceptaban en los juegos de sus compañeros. En la escuela, no se distinguió, no le gustó el estudio de los idiomas y de la mayoría de las otras asignaturas, y le disgustaba preparar sus lecciones. Detestaba los métodos formales, regimentados, de aprendizaje de memoria y recitación, que estaban en boga en las escuelas alemanas de esa época. El negocio de su padre no prosperaba, y a Alberto no le interesaba hacer una carrera en los negocios. Intentó la enseñanza para ganarse la vida, más no tuvo éxito, pues su talento armonizaba más con las investigaciones que con las clases desde la cátedra. Ya para entonces, Alberto Einstein se había casado y tenía dos hijos que sostener. Por fortuna pudo obtener un puesto de empleado en la oficina suiza de patentes. Aunque este puesto era muy tedioso en muchos aspectos, le permitió continuar sus estudios particulares para obtener el doctorado y escribir algunos ensayos científicos. En 1905, cuando todavía trabajaba en la oficina de patentes, publicó una primera versión de la teoría de la relatividad que habría de llamar la atención de todo el mundo científico. Durante la Primera Guerra Mundial, su situación fue difícil. Como en sus días de estudiante se había hecho ciudadano Suizo y era pacifista, se negó a ayudar a Alemania en su esfuerzo bélico, por lo incurrió en la enemistad de varios distinguidos alemanes. Expresó abiertamente su actitud diciendo: "Esta guerra es una depravación y un crimen salvaje. Preferiría que me descuartizaran antes que participar en cosa tan abominable". Durante la guerra, se interesó profundamente en el predicamento del pueblo judío y apoyó el movimiento para darle una patria en Palestina.
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