MIX DE LA CIENCIA |
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Un par de dioptrías por Mª Luisa García García
La miopía es un defecto visual
que disminuye la capacidad para ver los objetos lejanos. El miope puede, sin
embargo, ver bien los objetos cercanos.
Pero, ¿qué
significa eso de las dioptrías? ¿Cómo se las arregla una delgada lente
divergente, colocada en la montura de unas gafas o aplicada sobre el ojo en
una lentilla, para que de repente el mundo lejano deje de estar borroso y el
miope pueda apreciar sus detalles?
Cuando los rayos luminosos atraviesan la córnea y el cristalino, que actúan como lentes convergentes, se “enfocan”, es decir, van a reunirse a un punto, llamado foco. En el primer dibujo, de un ojo normal, el foco está justo en la retina, donde están las terminaciones nerviosas de la visión. La distancia focal de un ojo normal (la que hay entre el sistema córnea-cristalino y la retina), es de unos 2,5 cm.
El ojo miope, es más alargado que el normal, así que el foco no alcanza a la retina, sino que está un poco antes, como se ve en el dibujo 2.
Cuando la luz atraviesa una lente divergente, (la que es menos gruesa en el centro que en los bordes), como la del dibujo 3, los rayos que salen de la lente “divergen”, es decir, se separan como si provinieran de un punto anterior a la lente. A ese punto se le llama foco de la lente divergente.
Al llegar a la córnea y al cristalino de ese modo, éstas dos estructuras del ojo hacen converger los rayos luminosos más lejos, de modo que ahora sí incide la luz en la retina. Se puede observar en el dibujo3. Las terminaciones nerviosas de la retina, al recibir estos rayos luminosos, mandan una señal al cerebro, que reconstruye, a partir de esa información, una imagen del objeto que estamos enfocando. Las lentillas tienen un efecto similar, como se ve en el dibujo 4.
El
efecto de una lente divergente (la de las gafas o las lentillas), y luego de las
lentes convergentes de la córnea y el cristalino, lleva los rayos luminosos a
la retina del miope.
Las dioptrías son la medida de
la miopía. Un miope que enfoca bien a un metro de distancia, tiene una dioptría.
Si enfoca bien a dos metros, tiene media dioptría. La fórmula para calcular
las dioptrías, que representan la potencia de ese ojo, es:
La distancia focal se mide en metros, y la potencia de la lente divergente necesaria para la corrección de la miopía se expresa con un signo negativo delante. Esto es para diferenciarlas de las dioptrías de las lentes convergentes, que son positivas.
El ojo normal es de 60 dioptrías
(la córnea tiene +40 dioptrías, y el cristalino +20 dioptrías). Un ojo de 62
dioptrías necesita una lente de –2 dioptrías para corregir esa miopía, y
recibir en la retina bien enfocados los rayos de luz que provienen de lejos.
Las
lentes divergentes aumentan su potencia al acercarlas al ojo.
Por eso habrás observado que
los miopes tienden a acercarse las gafas para ver mejor. Lo contrario harías
con una lupa, que es una lente convergente, (la
que es más gruesa en el centro que en los extremos),
y aumenta su potencia al alejarla del ojo.
La
potencia de una lente depende de su curvatura, su espesor, y su “índice de
refracción”.
Un índice de refracción mayor (una constante de cada material), hace que la luz diverja más. Los materiales más densos tienen mayor índice de refracción, y permiten hacer gafas más delgadas. Pero siempre respetando que sean divergentes: las caras de la lente no pueden ser paralelas, como las de las gafas de sol. Al aumentar el índice de refracción, el problema es que aumentan los reflejos de la lente, por eso se les aplican tratamientos antirreflejantes.